Wednesday, February 28, 2007

Cruel Summer

Maldito verano!… confirmo por milésima vez lo horribles que son los veranos.
Cuando era chico no recuerdo odiarlos tanto, incluso recuerdo lo fantástico que era poder jugar hasta tarde y no sentir frío, ir a la playa con el set de palitas, balde y molde para hacer casitas de arena, bañarme en el chocolate y cocerme en la entrepierna por el roce de la arena y el traje de baño, no me importaba comer recortes con arena que le comprábamos a una señora de dudosa procedencia; recuerdo las asquerosas noches en que no podía dormir debido al dolor que me provocaba el tener la piel tan roja y lo gratificante que era tener un rayfilter en barra que colgaba de mi cuello, en fin… aquellos días en que sentía que la vida valía la pena.

Luego crecí y me convertí en teenager, uno muy especial debo reconocerlo, ya no me interesaba la playa, me sofocaba el calor, prefería mil veces escuchar música y pensar en cómo sería el final de mi vida, recuerdo lo patético que eran mis veranos cuando llegaban visitas del sur, tías y primos que en realidad no lo eran… recuerdo lo alegres, optimistas y cariñosos que eran (sufrí mucho esa época), me obligaban a acompañarlos a recorrer la ciudad y a sacarles fotos, tengo muy presente lo mal que se vestían y la gran cantidad de joyas chulas que usaba mi supuesta tía (de esas tías excéntricas, esotéricas que creen en los poderes de los cuarzos, en el poder de la glándula pineal, leen a Cony Mendez, sueñan con ser abducidas por algún OVNI o en su defecto por algún automóvil cuyo conductor pueda entregarle nuevas experiencias sexuales, debido a que después de su divorcio ni los cuarzos podían canalizar toda la energía sexual contenida en ella). Ese período de mi vida fue cruel, a mi mente vienen aquellas calurosas tardes en las que todos (incluye a mi familia y primos y tías falsos) iban a la playa, llegaban llenos de arena y bronceados… hablaban sobre las insoportables anécdotas que vivían en los días de sol y arena, alardeaban sobre lo espectacularmente bien bronceados que estaban, reían y comían mucho mientras yo… yo era invisible, por suerte en esos años descubrí a E. Allan Poe y me entretuve durante todo el verano con sus extraños relatos.

Desde esos años hasta ahora las cosas no han cambiado mucho, siempre pienso que tendré un verano distinto, excitante, motivador, lleno de aventuras y esas cosas pero ya no fue y creo que nunca será así, este verano fue horrible y creo que el siguiente también puede serlo. Este año fue un verano de lamentos, lamenté tener que trabajar tanto en la tesis durante Enero, lamenté no tener ropa de verano, lamenté que nuestra guía espiritual tenga un celular más evolucionado que el mío, lamento que theconcept ahora tenga un auto (A LOS LECTORES: POR FAVOR CUIDENSE MUCHO AL TRANSITAR POR LA CALLE, YA QUE AHORA ANDAMOS SOBRE RUEDAS Y EN ESTOS MOMENTOS LA ESTABILIDAD EMOCIONAL DE THE CONCEPT NO ESTÁ MUY BIEN). Pero aun así agradezco tener a mi lado a los chicos de End Of This World, ya que sus constantes quejas sobre la vida, me han mantenido conforme respecto a mi poco excitante vida.