…luchando por mi derecho a dar pena…o risa?…o vergüenza…?

Miro por la ventana de mi oficina esperando que la lluvia se digne a aparecer tal como estaba previsto, para darle más atmósfera a mi ánimo meláncólico y carente del entusiasmo que me caracteriza…Y pienso en anoche cuando caminaba sola frente a las vitrinas del Mall y gastaba los últimos pesos de mi nada suculento sueldo en una chaqueta negra de terciopelo basement y en poleras en el mismo estilo, me di cuenta de que algo andaba mal conmigo…estaba de mal humor comprando cosas que tal vez no necesito y que una vez pagado me generaron una culpa terrible porque me dejan con un presupuesto reducido hasta el fin de semana en que deberían depositar a mi cuenta el dicho escuálido sueldo país. Pero en fín. Retomando mi reflexión, me pregunto si algo andará mal en mi ciclo circadiano…tal vez estoy entrando en la fase depresiva de mi ya conocida distimia o en la misma fase depresiva causada por el cambio de estación y la baja de luz que no estimula lo suficiente a mi hipófisis…me falta serotonina…o algo, pero algo me falta…tambien pudieran ser ustedes… lo que sea, me ha provocado un cansancio extremo…tengo sueño todo el día (sí ya sé que me gusta dormir, pero esta vez es orgánico), y la comida tai que prepara mi compañero me tiene con náuseas por exótica (quien le pone pulpa de damasco a un salteado de verduras?)…además la falta de actividades laborales más intensas me tiene al borde del colapso…me gusta este trabajo…pero no tengo nada que hacer estos días…salvo esperar a que mis compañeros despejen sus agendas para empezar a armar lo mío. Así que me he dedicado a mirar blogs, flogs, webs, foros, y otro tanto de cosas sin asunto sólo para llenar el tiempo vacío…y es que es muy difícil justificar o exponer tu trabajo frente a otros que no entienden que hay procesos humanos que no son fácilmente cuantificables como una estructura metálica o gastos en $...entonces como lo que puedo hacer por ahora es sólo coordinar, gestionar y articular…por mail o teléfono…pareciera que no trabajo…pero sí lo he hecho…sólo que no es tan concreto como un edificio. Es complejo…sobre todo cuando sigo aquí mirando por la ventana sin hacer nada más que escribirles a ustedes.

Post Scriptum:

Antes de ayer escribía lo anteriormente mencionado, con un ánimo muy decaído… sin saber que las cosas podrían empeorar hasta hacerme sentir como el escupitajo del mundo.
Anoche había partido de fútbol, deporte mismo que detesto tanto como a las reacciones que desata entre sus seguidores…pero mis compañeros de trabajo: dos arquitectos y un geógrafo…me invitaron a una de sus casas para ver el partido y “amenizar”…ante la oferta…pensé: ¿voy a ver a tres tipos gritar por una pelota con un vaso de ron en las manos?o me quedo masticando pan tostado con mantequilla sola en mi casa oscura?...y así fue como terminé en el dicho evento pelotero…de todas formas fue menos futbolístico de lo que esperaba ya que la amenizada comenzó antes…y había brochetas, galletas saladas, salsas de yogurt con ciboulette, tablas de quesos, ron y vino…
…como saben, no soy una persona que acostumbre beber, salvo unos que otros infinitos vasos de cerveza de vez en cuando… la cosa es que entre eso, la conversación, el olor a yerbas alucinógenas, y los mil cigarros que me devoré…estando en el patio de la casa mirando la lluvia junto a los anfitriones…de pronto comencé a sentirme extraña…de pronto sentí la boca ácida y líquida…todo daba vueltas…y me temblaban las piernas, y tenía frío y calor, y las risas y los chistes malos…y de pronto…puaj!... vomité frente a todos.
Imagínense cómo me sentí…mientras los dueños de casa manguereaban los diversos contenidos gástricos expulsados muertos de la risa, mi compañero me afirmaba y me ayudaba a seguir vomitando…y el otro me traía una silla y agua con azúcar (que aprovecho y les doy el dato…te devuelve a la vida)…fue traumático…por decir lo menos, sobre todo considerando que los anfitriones tienen un ingreso de seis ceros en su cuenta corriente, lo cual aumenta la tension y la verguenza de la historia porque además me senti pobre. Pero al menos debo agradecer que pese a los múltiples chistes, risas y comentarios al respecto…cada uno se portó increíble…y me hicieron reír de la situación…lo que calmó finalmente mis ganas de correr a suicidarme con el paño de platos…en fin…todos tenemos derecho a dar pena creo…y recordé el comentario de nuestra lider positiva y quisiera agregar algo…no di jugo, ni pulpa…sino espuma…
Pero supongo que estas son las cosas que te dan actitud en la vida…si pude reírme de esto…supongo que podré pasar por cosas peores…la vida es como te la tomas, dicen. Hay que ver.
Y hoy estoy aquí, en mi oficina…mirando como llueve y tratando de quitarme la cara de vergüenza y la expresión de si…yo fui la que vomitó anoche en tu casa…maldito millonario exitoso.

Gajes del oficio.

El perfil del hombre idiota...

Es éticamente complejo tratar de esbozar un perfil de estas características cuando tienes a la persona que inspira tus amargas reflexiones al frente de tu maravilloso mac blanco. Pero en fín, se me hace necesario sacar fuera las observaciones que he acumulado estos dos meses antes de que se conviertan en una infección purulenta que trascienda mi cabeza y termine gritándole frente a todos lo imbécil que es.

Es enorme, lo cual evidencia que el tamaño no importa, ya que en este caso no guarda proporción alguna con las dimensiones de su coeficiente intelectual. Por otra parte, olvidó que carretear y comer en exceso junto a una vida de estar frente al pc hacen que se pierda la tonalidad muscular de zonas estratégicas como los glúteos, abdomen y cara. Sin mencionar que carece del más mínimo atisbo de elegancia y refinación estética, o sea no conoce la ropa basement! Sino que usa unos jeans que están llenos de los residuos grasosos de las manos que limpia una vez que ha terminado de comer papas fritas o un combo del as (se llaman as a una especie de completo italiano que en lugar de salchicha lleva carne de lomito o churrasco). Además usa camisas pálidas semitransparentes que nos obligan a ver sus pechos flácidos y peludos…y por sobre todo eso…tiene caspa…abundante y lipidosa que va esparciendo por todas las áreas que recorre. Puaj!

Mientras lo miro moverse y hablar de lo increíblemente tontas que son las personas (psicólogos) que no saben hacer de su carrera un negocio rentable porque nos falta perspectiva, inocente e ignorante de lo que escribo y pienso sobre él…aumenta en mí el deseo de salir corriendo hasta desaparecer. Como si lo anterior no fuera ya difícil de soportar cada día, además debo aguantar que el muy inútil emita afirmaciones del tipo: las mujeres reclaman por ociosas…de qué discriminación hablan…o me cargan las minas feministas…minas!!!!!...él es una persona que cree que las películas de Van Dame (¿asi se escribe?) son cinearte porque él es ruso o polaco o no sé qué…o dice que la música experimental es un bodrio (esa es su palabra favorita) porque él, nótese, él no la entiende…
Lo peor de eso es que aún con su estrechez mental el tipo hace bien su pega…pero cero reflexión de lo que hace o para qué lo hace…frente a este escenario me he preguntado mil veces qué fue de los hombres que conocí en Coquimbo…sensibles, reflexivos, elegantes, atormentados, críticos…y muy lejanos de los infinitos vicios que trae consigo la política rururbana. En fín…obviamente los hombres que conforman mi círculo de amigos más queridos no son ni lejanamente equivalentes al chileno promedio que se siente profundamente identificado con Casado con Hijos…hay días en que siento asco de la evolución que tienen algunas personas… pero supongo que es su opción y debo respetarla…pero sólo hasta cuando no implican una falta de respeto a los demás. Y eso es lo difícil.
Supongo también que no todo podía ser miel sobre hojuelas…tendré que ver cómo hago más llevadera la convivencia con el señor cromagnon…diciendo esto, recordé esa lista de cosas sugeridas a Serch para cuando se despidiera de CONAMA…la recuerdan?...creo que había algo así como marcar las paredes con excrementos o no? Tal vez ya pelé el cable y estoy proyectando…ayúdenme…..necesito estrategias para sobrellevar la estupidez humana.

Fruta de exportación

Lo que sigue dista mucho del posteo original, en él les hablaría de las angustias que un recién egresado puede sentir durante el agobiante proceso de buscar y encontrar trabajo… pero no; si de aquí a Junio no encuentro trabajo escribiré algo al respecto: una nota suicida. Lo que expondré ahora podría titularse Por amor al budo; ya que sólo hablare de las peripecias de esta humilde aikidoka por acercarse a las enseñanzas de O Sensei.

Y para empezar que mejor que la contingencia: el rimbombante transantiago. Se pueden imaginar que parte de los 25 mil millones de dólares que recauda el fisco cada Abril, se destintan a pagarle a unos cristianos cuyo trabajo consiste en viajar junto a las puertas traseras de los buses troncales para evitar que otros sacrificados trabajadores hagan la típica del chileno y se cuelen en los buses… insólito por decirlo menos. Casi tan insólito como el tipo que se subió a un metro en Universidad Católica y grito “¡Puta ésta wea esta casi vacía! y yo que quería agarrar unos potos”; después de eso algunos dirían que la inventiva del chilenito promedio no tiene limites, otros dirían que la negligencia en las funciones parentales orientadas a socializar y contener los impulsos de este simpático homo ¿sapiens? generaron en este afectivamente inhabilitado ser humano un tipo de apego ambivalente que lo incita a buscar continuamente el refuerzo de sus pares y demás figuras de apego para conservar la integridad de su estructura psíquica; y de seguro no faltaran aquellos que opinen que lisa y llanamente lo tiene chico. ¿A pito de que? Ustedes dirán… Pero no crean que todo es malo; ¿a alguno le paso que cuando se subía a las antiguas micros amarillas, extrañaba esas típicas conversaciones de las micros de regiones? Donde la insufrible vieja copuchenta te empieza a contar su vida desde fines del siglo XIX, sólo porque cometiste la torpeza de asentir cuando ella dijo que este verano hacia más calor que el anterior… ¡ah que recuerdos! En fin, ahora esas mismas conversaciones fueron importadas por nuestros infartados compatriotas capitalinos; es tanta la vieja gorda, el pingüino pasa’o de sueño y la universitaria provinciana que se quejan porque no saben que micro tomar, que en el proceso de socializar la molestia y discutir los términos del despido del subsecretario de transportes, se abren paso a otros temas de análisis: economía (¡y pensar que hay gente a la que le pagan por proyectos como estos!), política internacional (¿a quien demonios le copiaron este maldito sistema de transporte?), etc. Y así esta particular pesadilla vial puede transformarse en un excelente sistema de educación popular; en una de esas en vez de ver a Zamorano, después veremos a la ministra Provoste anunciando las ventajas de las micros orugas. Juro que no me sorprendería.

Todo lo anterior lo viví mientas viajaba al Dojo; sin embargo, una vez dentro, entendí que mi tormento recién empezaba. Para graficar en algo mi fiasco en el tatami lo pondré de la siguiente manera: no di jugo, di pulpa. Aun no logro establecer si: soporto la humillación por que mi proceso de desarrollo personal ha desarrollado en mí un autoconcepto lo suficientemente fuerte para resistir todo aquello, o simplemente porque aún no he desarrollado un autoconcepto lo suficientemente fuerte como para notar lo deshonroso de la situación. Y a falta de una mejor opción, me quedo con la primera.

Y es que ver a tantos buenos exponentes de las prácticas del aikido en un mismo lugar puede resultar hasta intimidante, sobretodo si consideramos que llegue tarde a la clase y que mi capacidad para pasar desapercibida se me quedo en el bus… de ahí en adelante todo mal. Y se puso peor cuando Sensei Blue (el gordis pa los amigos) anuncio con bombos y platillos la visita de Sensei A-Saito, un simpático japonecito con un ki que haría temblar a Goku, que en Septiembre vendrá a dar un seminario ¿ustedes creen que yo me voy a ir a inmolar a allá? Ni aunque mi vida dependa de ello, sólo imagínense; si me asusta la versión criolla ni a palos me enfrento a compartir el mismo techo con este cristiano… perdón shintoista, que perfectamente podría llamar pequeño saltamontes al maestro Miyagi.

Y dado que mi amor propio me impide entrar en los bochornosos detalles de mi desempeño en el Dojo, terminare refiriéndome al show que di tratando de viajar en metro con mis armas (los palos pa los amigos), es como andar con un bolso con un montón de palos de escoba al hombro, lo cual sólo se transforma en inconveniente cuando debo compartir mi metro cuadrado con otros seis moros que, tal como yo, tratan de llegar a casa después de una ignominiosa jornada. Conozco a más de alguno a quien la situación podría parecerle hasta excitante, afortunadamente no es mi caso. En fin, tal como dije antes… sólo por amor al budo. Aunque debo decir una última cosa: mi vocación por el espíritu del bushido es insignificante si me comparo con mi seinsei y senpai. Los tres llegamos a Santiago un viernes a las 6:00 a.m; la diferencia esta en que mientras yo a las 10:00 me cortaba el pelo, hacia reflejos, disfrutaba de un masaje capilar y viajaba a San Felipe, ellos estaban siendo literalmente apaleados en el tatami… ¡eso si es amor al budo! ¿o quizás sea masoquismo? ¿o falta de vida social?... Como sea, mis respetos para ellos.

PD: Cualquier coincidencia con la vida real, es sólo producto del azar y no tiene nada que ver con la realidad.

A lot of kiss… from Thanagar